miércoles, 29 de julio de 2015

El cliente no tiene razón y cómo ayudarlo para que lo entienda #marketing

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En pocas ocasiones el cliente sabe más que la persona que contrata. En menos es capaz de aceptar recomendaciones de terceros a pesar de no tener la experiencia adecuada.

“El cliente siempre tiene razón” es una de las frases más populares cuando hacemos referencia a la relación cliente-empresa. Lo que en realidad queremos decir es una cosa bien diferente. “El cliente tiene razón aunque no la tenga”.

Convencer es menos arriesgado que ceder

En esto se esconde el miedo a la confrontación. No queremos arriesgar de empeorar la relación (ya dando igual si de partida sea buena o mala).

Sin riesgo no hay beneficio. El hecho de darle siempre la razón a un cliente puede ser peor. Sobre todo en aquellos casos que sabemos que no la tiene el riesgo es mucho más elevado:

  • Si las cosas van mal, al final la culpa la vamos a tener igual y el cliente cambiará de proveedor para repetir con él la misma experiencia negativa.
  • Nosotros dependemos del éxito de nuestro cliente por lo que su fracaso también será el nuestro a corto y largo plazo.

 

Identificar el jefe en la sombra e implantar una idea

Entendiendo esto, es menos arriesgado “enfrentarse” al cliente que no hacerlo. Para tener éxito hay que hacer las cosas con delicadeza. Una actitud de “yo sé más de esto que tú, no te sirve para tener éxito”.

  • Hay que averiguar si hay un jefe detrás: muchos clientes ejecutan lo que les ordena su jefe. Desde su punto de vista lo menos arriesgado es hacer lo que les dicen y no desviarse ni un milímetro de esta orden. En estos casos tienes que entender lo que quiere el responsable para desarrollar una estrategia que te permita realizar las cosas como se deberían (y no como el cliente las quiere).
  • Tienes que conseguir que el cambio de planes haya sido su idea. Una persona se deja convencer mejor si tiene la sensación de haber tomado una decisión en primera persona en vez de haberse dejado “comer la cabeza” por un tercero. Se trata de implantar una semilla en la cabeza del responsable para que llegue a la inevitable conclusión de cambio hacia la ruta prevista.

Nunca dejes en evidencia al cliente o su jefe. Con eso únicamente dejarás tierra quemada de la que no habrá marcha atrás. A pesar de tener las mejores intenciones no siempre se consigue convencer. Cuando posteriormente las cosas no salen como uno ya había advertido previamente, lo peor que se puede hacer es decir “eso ya te lo dije”.

En ocasiones las palabras sobran. Lo importante es que hayas realizado todo lo que estuvo a tu alcance para mostrar alternativas que considerabas mejor. Al final la última la palabra la tiene el cliente. Tenga o no razón.

PD: Tienes un proyecto en mente, una idea… pero no sabes por dónde empezar, escríbenos y seguro que te podemos ayudar.

Este post fue publicado originalmente en el blog de Marketing de Guerrilla.

martes, 28 de julio de 2015

Cómo funciona el branding y para qué sirve

El branding sigue siendo una forma totalmente incomprendida del marketing. No se trata de publicidad para que te vean, sino que hay un objetivo concreto detrás.

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Lo que te vamos a contar es importante para que entiendas el funcionamiento del branding y del marketing en general.

Da igual las veces que se repita el mensaje. Se cometen generalmente siempre los mismos errores a la hora de lanzar campañas de publicidad online. Cuando invertimos dinero en anuncios esperamos un retorno de la inversión inmediato. Hay una falsa creencia en el mundo de la publicidad en general: tiene que haber un efecto inmediato entre promocionar mi empresa u oferta y generar ingresos gracias a ello. En caso de que las cosas no funcionen tal como esperado se suelen sacar las siguientes conclusiones:

  • Las visitas no han sido de calidad por lo que no era posible generar ventas.
  • El targeting no ha sido adecuado y se ha llegado al público equivocado.
  • Tenemos una página de aterrizaje que no convierte.
  • Nuestra oferta no encaja con las necesidades que exige el mercado.

Entendiendo el embudo de conversión “tradicional”: TOFU, MOFU y BOFU

Aunque es cierto que existe la posibilidad que alguna de las conclusiones sean acertadas, no figura en nuestro listado una de las más importantes para entender cómo funciona el branding a la hora de hacer marketing: los resultados pueden llegar más tarde porque tenemos que darle al usuario un poco más tiempo para conocernos.

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Aunque la conversión se está alejando del embudo de conversión tradicional hacia un viaje de toma de decisión, todavía nos sirve para explicar de forma simplificada el funcionamiento de la venta. Podemos hacer uso del TOFU, MOFU y BOFU para explicarlo:

  • Top of the Funnel (TOFU): la gran mayoría de las personas que aterrizan en tu web forman parte de este grupo. Se encuentran en el principio del camino. Te acaban de conocer así que no esperes milagros de ellos. Quieren ver cómo te comportas más adelante. Puede haber una primera buena impresión pero no hay ninguna opinión formada sobre ti y menos han tomado ya una decisión concreta de comprarte.
  • Middle of the Funnel (MOFU): “esto podría ser algo” dirán algunos de los que se encuentran en esta zona más avanzada de la venta. Ya relacionan un histórico contigo. Te ven con potencial pero todavía no han tomado una decisión. Podrías ser tú u otro. Ahora sigue haciendo las cosas bien y ten paciencia.
  • Bottom of the Funnel (BOFU): “esto es justo lo que pensaba”. Felicitaciones! porque estás a punto de conseguir nuevos clientes. Los usuarios en esta área tienen claro que tú eres el o la elegida a la hora de realizar una compra. Ahora no lo arruines porque la venta todavía no está cerrada. Una cosa es la decisión pero ahora se requiere una acción concreta para generar un ingreso. Una oferta atractiva puede ser la gotita de agua que faltaba para dar el salto y convertirse en tu cliente.

Los canales online más efectivos a la hora de la venta

Tristán Elósegui escribió hace poco un post sobre el tema. “¿Cuál es el canal online más efectivo en el proceso de conversión?” basándose en los estudios de una empresa. Los canales con mejor conversión directa (zona BOFU) según el artículo son los siguientes:

  • Afiliación (22%): aquí se cuenta con la gran ventaja de que un tercero nos recomienda.
  • SEO de marca (17%): personas que buscan directamente nuestra marca en Google.
  • E-mail (11%): boletines y recomendaciones de otros usuarios a través de correo electrónico.
  • SEO no-marca (10%): visitas que nos llegan desde Google que no están relacionadas con la marca.
  • Redes Sociales (5%): Twitter, Facebook y demás en los que hayamos creado perfil y tengamos presencia.
  • Display (3%): todo lo que tenga que ver con publicidad en formato banner y vídeo.

Estos datos igual no sorprenden tanto si te mueves hace tiempo en el marketing online. La afiliación y las búsquedas de marca convierten mejor que el resto. Falta sin duda el SEM en este estudio que también se encontraría en el top 3 o mejor.

Una cosa es convertir que puede ser relativamente “fácil” si has logrado sumar la cantidad de puntos suficientes. Lo que desde nuestro punto de vista es más complicado es que el usuario te considere como una opción. Esto significa que de alguna forma has logrado llamar su atención lo que no es nada fácil teniendo en cuenta la cantidad de alternativas que existen prácticamente para cualquier oferta. Aquí el orden es una poco diferente:

  • Display (89%)
  • Redes Sociales (87%)
  • E-mail (78%)
  • Afiliación (69%)
  • SEO de marca (52%)
  • SEO no-marca (10%)

Esto demuestra claramente una cosa. El banner que hace años muchos intentan matar tiene una funcionalidad esencial en el embudo de conversión. Actúan en el MOFU y ayudan empujar el usuarios hacia la compra. El display como formato tradicionalmente utilizando para el branding ayuda de forma indirecta (pero indispensable) a generar ventas. Las redes sociales igual no sirven como canal directo pero tienen casi el mismo peso que el banner y el vídeo en las campañas de publicidad online.

Así que tengamos una cosa clara. Si no medimos lo que hacemos no sabremos nunca lo que aporta cada cosa. Es increíblemente complicado asignar de forma exacta el peso de cada canal. Los expertos en analítica web igual tienen una visión ligeramente diferente pero creemos que todos acertaremos en una cosa: hay cosas que podemos medir y otras no. Todo lo que no podemos trackear a través de un código de Google Analytics porque por ejemplo todo lo que ocurre offline dificulta la tarea. Por un lado una aparición en televisión igual no te genera ventas ni se puede observar una relación directa en forma de visitas. Por otra parte puede ser un canal muy bueno de “consideración” aunque todavía no se haya tomado ninguna decisión de compra correcta. Sin este u otro tipo de branding nunca llegarías a este punto.

Con otros palabras. Puede que estés haciendo exactamente lo acertado: empujar tus clientes potenciales más abajo dentro de la lógica del embudo de conversión tradicional. No esperes que cada acción genere ventas. En función del canal en el que te estés moviendo puede ser también que vayas generando un branding de “consideración”.

Este post fue publicado originalmente en el blog de Marketing de Guerrilla.

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lunes, 27 de julio de 2015

Táctica avanzada de email marketing: las Secuencias de Autoresponders

Y es que la gente parece no darse cuenta de su inmenso potencial y piensan que cuando hablamos de email marketing nos referimos al newsletter y punto. ¡Noooo!

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¿Que qué es un autoresponder?

Consiste en un email o secuencia de emails que programas para que salgan a una determinada hora y día en un orden concreto.

Puedes programar autoresponders al cabo de un día de la suscripción, una semana, un mes o cuando quieras.

¿Por qué te interesa? Porque te permite automatizar secuencias de marketing por email y olvidarte del tema, dando como resultado el aumento de las ventas de tu producto o solicitud de tus servicios sin darte más trabajo. Lo creas, lo programas, lo activas y te olvidas ;)

Las estadísticas demuestran que desde la suscripción de un cliente potencial a tu base de datos, tienes 30 días para vender algo. O dicho de otra forma, las probabilidades de que te compre son mucho mayores en las primeras 4 semanas. Después de este tiempo, el interés decae. Por lo tanto, ¡debes aprovechar esos primeros días!

Pero claro, tú no tienes tiempo para estar pendiente de estas cosas. Por eso es tan útil crear y automatizar una secuencia de autoresponders que se active automáticamente con el objetivo de incentivar la compra.

Es una estrategia que se puede sofisticar mucho

Ahora verás, te daremos algunos ejemplos:

Puedes programar una secuencia según la segmentación. Por ejemplo, si eres un ecommerce de ropa deportiva, si al registrarse un nuevo usuario puso que es un chico de 25 años, estos datos pueden activar una secuencia según su edad, mostrándole ofertas y promos de ropa de su edad.

Lo mismo puedes hacer según su interés e historial de compra. Si alguien compró el producto X (ej: un top para hacer yoga), esto te da mucha información y puede detonar la secuencia del producto Z (ej: un yoga mat o unos pantalones de yoga) que es el complemento perfecto para el producto que compró.

Y si vendes servicios… ¡más de lo mismo! Se pueden crear secuencias que culminen en una llamada a la acción para que soliciten una entrevista contigo y así tener una reunión de ventas que luego tú te encargarás de cerrar.

A veces hay secuencias que se activan según si clickaron el link de un email anterior etc, etc, etc. Como ves el potencial es inmenso y te permite ser muy creativo.

Este post fue publicado originalmente en el blog de Laura Ribas

 

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